Lo básico es lo que está de moda, y yo me he quedado aún escuchando el lenguaje de las plantas, no puedo deshacerme del romanticismo, estoy atrapado en la fantasía.
Me dicen que no mire y yo embobado quemo mis ojos mirando el eclipse, espero supongo encontrar a Dios, alguna respuesta por lo que valga la pena quedarse ciego.
Soy de tambores, de hacer ruido, de repiquetear mi mente con pensamientos que me ahogan y antes no, pero ahora sé que es otra adicción, sufrir por lo irracional por llegar a los a los extremos.
Sigo en el principio y cada paso atrás es volver a empezar, ahora vuelvo a dibujar líneas y elipses, también círculos y aunque he intentado vender mi piel caliente me he hecho metálico, frío y brillante.
Lo bonito del tiempo es que aprendes a olvidar odiar, cada vez da más pereza, del lodo encuentras una pequeña caja de luz que puede contener la mínima expresión que te reconcilia con el sentimiento de que habías perdido el tiempo. Una canción, una fantasía, un evocar que la esperanza es posible, aguantar un poco más hacia el camino de la muerte, aceptar que no damos para más, y tenemos que volver al pasado para rescatar del horror a ese niño que sin haber estado en una guerra tiene las mismas heridas y quemaduras .
Yo estaba negro y no había miel suficiente para curar mis heridas, de hecho nada me ha ido bien hasta ahora que he aceptado lo limitado , estúpido e ignorante que soy... también he querido matar a una chica, a todas las chicas como esa chica.
Ella aparentemente no me había hecho nada, o eso parecía, pero cuando alguien piensa en ti y quiere dominarte y no lo expresa ejerce una presión que aunque no se ve ni se oye se siente.
Un día me desperté sobresaltado y con ganas de matar a una chica , a esa chica.
Quería robarme lo más preciado de mi mente, la libertad y así destrozar dos vidas, mi vida y la suya.
Gente que mata a otra gente y no se entiende muy bien por qué...eran muy amables, nunca se les oía, siempre iban juntos a todos los sitios... pero en el silencio, en la intimidad en la zona en donde no se expresan los más íntimos deseos , se libran batalla épicas, en el mundo básico, en el mundo que carece de toda importancia, un mundo de platos por lavar, la mesa puesta, los nietos de domingo, la estufa puesta y un cuchillo sobre la mesa de la cocina, algo que te haga sentir especial, que dé color a tu vida, que realmente tu falta de libertad sea tan real como la prisión en la que estas viviendo.
Matar nunca es la solución de los inteligentes pero los que no tienen la oportunidad de serlo y se convierten en pobres de espíritu acabarán en la fila de los que comen basura.
https://youtu.be/A1J7IPNEwgU
Quiero matar a una chica
Dulce venganza.
